El Ring Francés es uno de los deportes caninos más completos y exige grandes habilidades físicas y mentales tanto del perro como del manejador. Esta disciplina nace de las pruebas a las que se sometían a los ejemplares para seleccionar a los mejores para labores militares y policiales. Hoy en día nos ayuda a selecionar ejemplares sanos, equilibrados y mantener la genética de las razas más usadas en esta exigente y espectacular disciplina. Se practica principalmente en Francia, aunque actualmente está ganando popularidad en muchos países. 

Consta de tres pruebas: obediencia, agilidad y defensa.

1. Obediencia: El perro debe mantener una atención total hacia su dueño, respondiendo rápidamente a las órdenes sin distracciones.
2. Agilidad: Se incluyen saltos que varían según el nivel de la prueba.
3. Defensa: En esta prueba, un “Hombre de Asistente” interactúa con el perro, quien debe defender a su dueño simulando un ataque. El perro puede morder en diversas partes del cuerpo del hombre de ataque, siempre de forma controlada.

Aunque el deporte incluye mordida, no se considera peligroso, ya que está estrictamente regulado para proteger tanto al perro como a los participantes. Además, el Ring Francés no fomenta la agresividad en los perros, ya que la mordida es solo una actividad deportiva, similar a un boxeador que no pelea fuera del ring.

Para participar, el perro debe ser de raza registrada (LOE), tener una buena disposición y ser sociable, mientras que el conductor debe estar comprometido con su entrenamiento físico y emocional. Las sesiones de entrenamiento son regulares y deben adaptarse al desarrollo y bienestar del perro.